JOSÉ EGEA, EL RATETA
Data: 09/10/2012
Font: Jugadores Fallecidos
Autor: Ángel Iturriaga Barco
Text:
JOSÉ EGEA, EL RATETA
(Barcelona, 25 de julio de 1923 - Granollers, Barcelona, 2de octubre de 2012) En los últimos días se ha conocido el fallecimiento de José Egea Gómez, el que fuera extremo del RCD Espanyol entre 1949 y 1953. Miembro de una de las delanteras más famosas de la historia del equipo blanquiazul, fue enterrado el día 3 de octubre en Granollers.
Fue un extremo izquierdo de enorme calidad, un finísimo regateador que hizo diabluras en el estadio de Sarrià a principios de los años cincuenta. Por su habilidad para desembarazarse de los defensas rivales se le conoció como "El Rateta". Cuenta su ex-compañero y antiguo internacional Francesc Marcet que lo tenía todo para ser una estrella del fútbol pero que quizás le falto algo de confianza en sí mismo. A sus virtudes como jugador de banda había que añadir que le gustaba tirar diagonales y lograba cifras goleadoras anuales en torno a los 12 o 14 goles, que le convertían en uno de los extremos más prolíficos de su época. Comenzó su carrera en la U.E. Sants y en el Badalona. Se ganó gran fama dentro del fútbol regional catalán pero tardó demasiado tiempo en llegar a la élite.
No fue hasta 1949 cuando el técnico españolista Patricio Caicedo y la secretaría deportiva se decidieron por contratar al pequeño y goleador extremo. Por aquel entonces contaba ya 26 años. Le costó adaptarse al fútbol de priemr nivel pero en su segundo año ya se hizo con un hueco indiscutible en la formación inicial. Juan José Nogués, el mítico guardameta que estuvo a la sombra de Ricardo Zamora, fue quien le dio confianza y la oportunidad de reivindicarse como gran jugador en Primera División. Pronto su juego se convirtió en una sensación y rivalizó pronto con Eduard Manchón por convertirse en el mejor extremo izquierdo catalán del momento.
Su mejor campaña en el cuadro españolista fue la 1951-52, de nuevo con Nogués como técnico. Logró 15 goles y sin duda se destapó como la gran estrella y máximo goleador del equipo. La salida de Nogués del cargo de entrenador no iba a ser positiva para Egea. Mucho se ha escrito en los últimos días acerca de que fue integrante de la mítica delantera formadas por Arcas, Marcet, Mauri, Piquín y Egea. Había llegado al cargo de técnico Alejando "El Conejo" Scopelli, prestigioso técnico argentino que revolucionó las técnicas de entrenamiento. Se le conocía como el "Técnico del Oxígeno" ya que hacía insuflar a sus jugadores este elemento en los descansos de los encuentros. Fue una buena campaña para el cuadro de Sarrià que flirteó con los primeros puestos de la clasificación y acabó la temporada cuarto. Sin embargo, la estrella de Egea comenzó a declinar. Tras ser titular en los primeros encuentros fue perdiendo protagonismo a medida que transcurría la temporada. Terminó siendo cedido al Sabadell junto a Colino, Celma y Estiragués a cambio del fichaje de Faura, un brillante lateral izquierdo. El Espanyol podía reclamar los derechos sobre Egea en cualquier momento, pero nunca se volvieron a acordar de él. Tras 80 partidos y 36 goles, salió de la Avenida de Sarrià, quizás demasiado pronto, tan pronto como su nombre fue olvidado por muchos.
Font: Jugadores Fallecidos
Autor: Ángel Iturriaga Barco
Text:
JOSÉ EGEA, EL RATETA
(Barcelona, 25 de julio de 1923 - Granollers, Barcelona, 2de octubre de 2012) En los últimos días se ha conocido el fallecimiento de José Egea Gómez, el que fuera extremo del RCD Espanyol entre 1949 y 1953. Miembro de una de las delanteras más famosas de la historia del equipo blanquiazul, fue enterrado el día 3 de octubre en Granollers.
Fue un extremo izquierdo de enorme calidad, un finísimo regateador que hizo diabluras en el estadio de Sarrià a principios de los años cincuenta. Por su habilidad para desembarazarse de los defensas rivales se le conoció como "El Rateta". Cuenta su ex-compañero y antiguo internacional Francesc Marcet que lo tenía todo para ser una estrella del fútbol pero que quizás le falto algo de confianza en sí mismo. A sus virtudes como jugador de banda había que añadir que le gustaba tirar diagonales y lograba cifras goleadoras anuales en torno a los 12 o 14 goles, que le convertían en uno de los extremos más prolíficos de su época. Comenzó su carrera en la U.E. Sants y en el Badalona. Se ganó gran fama dentro del fútbol regional catalán pero tardó demasiado tiempo en llegar a la élite.
No fue hasta 1949 cuando el técnico españolista Patricio Caicedo y la secretaría deportiva se decidieron por contratar al pequeño y goleador extremo. Por aquel entonces contaba ya 26 años. Le costó adaptarse al fútbol de priemr nivel pero en su segundo año ya se hizo con un hueco indiscutible en la formación inicial. Juan José Nogués, el mítico guardameta que estuvo a la sombra de Ricardo Zamora, fue quien le dio confianza y la oportunidad de reivindicarse como gran jugador en Primera División. Pronto su juego se convirtió en una sensación y rivalizó pronto con Eduard Manchón por convertirse en el mejor extremo izquierdo catalán del momento.
Su mejor campaña en el cuadro españolista fue la 1951-52, de nuevo con Nogués como técnico. Logró 15 goles y sin duda se destapó como la gran estrella y máximo goleador del equipo. La salida de Nogués del cargo de entrenador no iba a ser positiva para Egea. Mucho se ha escrito en los últimos días acerca de que fue integrante de la mítica delantera formadas por Arcas, Marcet, Mauri, Piquín y Egea. Había llegado al cargo de técnico Alejando "El Conejo" Scopelli, prestigioso técnico argentino que revolucionó las técnicas de entrenamiento. Se le conocía como el "Técnico del Oxígeno" ya que hacía insuflar a sus jugadores este elemento en los descansos de los encuentros. Fue una buena campaña para el cuadro de Sarrià que flirteó con los primeros puestos de la clasificación y acabó la temporada cuarto. Sin embargo, la estrella de Egea comenzó a declinar. Tras ser titular en los primeros encuentros fue perdiendo protagonismo a medida que transcurría la temporada. Terminó siendo cedido al Sabadell junto a Colino, Celma y Estiragués a cambio del fichaje de Faura, un brillante lateral izquierdo. El Espanyol podía reclamar los derechos sobre Egea en cualquier momento, pero nunca se volvieron a acordar de él. Tras 80 partidos y 36 goles, salió de la Avenida de Sarrià, quizás demasiado pronto, tan pronto como su nombre fue olvidado por muchos.