UN EMPATE, COMPENSACION AL ESFUERZO DE AMBOS EQUIPOS

Data: 18/01/1937

Font: hemeroteca.mundodeportivo.com

Autor: A. 

Text:
EN PUEBLO NUEVO

Júpiter, 1- Sants, 1

UN EMPATE, COMPENSACION AL ESFUERZO DE AMBOS EQUIPOS

El más interesado en el partido que ayer en Pueblo Nuevo se jugaba era el equipo del Júpiter, ya que el Sans poca cosa tenía a ventilar, más que esta indiscutible competencia y nobleza deportiva. Supieron los sansenses hacer honor a este deber netamente deportivo vendiendo cara esta victoria, que el Júpiter seguramente acariciaba desde los primeros momentos. Es esta posición loable para los sansenses que les honora y enaltece. Salieron los verdes del Sans con el afán de vencer sin reparar en lo que más o menos podía interesarles en la clasificación general que llevan en este decadente ya campeonato, y sorprendieron a los jupiteristas con un empuje de tal índole que tuvieron necesidad de replegarse y tomar posiciones defensivas y extraordinarias, incluso a partir de aquel momento, en el cual los de la calle Galileo habían marcado su primer tanto de forma inusitada, rápida e indiscutible por medio del exterior Lloret, que pilló un hermoso momento en el cual pudo cruzar rápido un tiro que Simó no pudo ni era capaz nadie de evitar. Sucedía esto a los cinco minutos escasos de juego y por tanto los ánimos cobrados por los blancos hubo su trabajo en las huestes jupiteristas para deponerlos, viéndose precisado por tanto de "sufrir" durante los treinta y cinco primeros minutos del partido, los embites de un vencedor nada despreciable y en absoluto legítimo.
Este fué el Sans inesperado incluso por sus propios partidarios, que confiaban con seguridad tropezar con un Júpiter fuerte y decisivo nada fácil de des bordar después de estos últimos tiempos en que ha sabido remontarse en lugar envidiable. Sabíamos todos, e incluso éstos, sus partidarios a que nos hemos referido, que el Sans ha tenido una desdichada temporada y somos conocedores de todo su valor que, siendo mucho, no ha sabido o podido demostrarlo por estos campos de juego, y por tanto pudo sorprendernos una labor arrolladora, tenaz y constructiva de todas sus lineas que pusieron en rápido jaque a las huestes jupiteristas. La línea media fué médula de todo el once y que puso a su delantera sobre el goal contrario "obligándole" a "rendir" efectividad en el marcador. Este Sans del primer tiempo fué el Sans que nosotros supimos ver como el merecedor del equitativo empate con que terminó la totalidad del tiempo reglamentario de juego. Este fué el Sans, que a pesar de que en el segundo tiempo fuera a su vez reducido al de mínimo, pero que no importaba por lo que había llevado a cabo en el primer tiempo. No hay que ser olvidadizo y acordarse al final de lo que se ha hecho al principio para poder al fin dictaminar justicieramente.
El Júpiter, antes de terminarse el primer tiempo, había sin embargo reaccionado y hacerse acreedor también de este resultado final de match nulo. Había reaccionado a raíz de un córner que Rosalench supo rematar cuando Miró, el portero sansense, salía en falso a la caza del balón sin conseguirlo. A partir de este goal que era la seguridad del partido y el último que debía marcarse en toda la tarde, el Júpiter fue muy otro equipo y dió comienzo a su dominio sobre el adversario que éste también se vió obligado a recoger sus lineas y organizar debidamente su defensa. Llegó con ello el descanso y por tanto el tiempo suficiente para reorganizar sus fuerzas y continuar la ofensiva en la otra mitad. Lo cumplieron con creces, pero con escasa efectividad para ellos porque no hizo ya más movimiento la numeración del marcador a pesar de que ocasiones hubo bien propicias y dificultosas. Cabe indudablemente considerar que el Júpiter, con la ausencia de Solé y Galvany, dos apreciables elementos, hubiese indudablemente logrado este objetivo que perseguía y que a la postre se merecía en el transcurso del segundo tiempo, pero tuvo que prescindir de estos jugadores y a pesar de modificar su ataque permutando el sitio de Llebrés con el de Gracia nada más pudieron lograr, que sostener el empate. El partido fué en todo momento interesante, por su movimiento, por su agilidad en todos los elementos y por la buena intención con que fué jugado. Hubo, claro está, su pasión y por esto fué su "movimiento" pero la labor del árbitro de nada perjudicaba la buena marcha del encuentro, ya que no podía tener ninguna influencia ni culpa de que en el primer tiempo fuera el Sans el dominador y momentáneamente vencedor y el Júpiter, lo mismo en el segundo tiempo. Surgió, sin embargo, este bochornoso y antipático conflicto. Un fallo discutido por Font al árbitro Andreu fué suficiente para que éste creyera merecedor a aquél de ser expulsado del terreno. Esto llevó a cabo una larga discusión entre jugadores y fuerzas que guardaban el orden hasta cumplir se aquella orden del árbitro, que, como es de suponer, puso al rojo vivo los ánimos de los afectados por la expulsión. No queremos ni podemos discutir la decisión arbitral pero nos atrevemos, sin embargo, en considerarla muy rigurosa, aun cuando si es que en un principio la había decretado venía obligado a sos tenerla para robustecer el principio de su autoridad. Por lo demás, su arbitraje nos pareció muy regular y de ningún modo merecedor del final catastrófico que sufrió.
Los equipos alineados fueron:
Júpiter: Simó; Font, Quintin; Sureda, Rosalench, Busquets: Diego, Llebrés, Gracia, Martínez y Salvat.
Sans: Miró; Sancho, Ribas; Barceló, Burguete, Torras; Lloret, Amposta, Grec, Borrás y Llobera.
Aparte de los incidentes desagradables de última hora, el partido fué correcto y simpático, por tanto hay que lamentar tuviera un final que no se merecía. A.